JOSÉ CUESTA EL LÍDER DE LA DECENCIA
JOSÉ CUESTA EL LÍDER DE LA DECENCIA
José Cuesta Novoa o Mario, como lo llamaban en el escenario de la insurgencia política cuando formó parte del M-19, La tenacidad política del exintegrante del M-19 y “gestor de paz”, filósofo, politólogo, docente Bogotano. También exfuncionario público.
Luego de haber dejado las armas y desprovisto de títulos que le dieran amplio dominio del derecho, tomó en sus manos la defensa de la tutela, mecanismo que nació con la Constitución de 1991 y que promocionó mientras fue secretario de la Red Nacional de Beneficiarios de la Tutela. Herramienta, por cierto, a la que acudieron seguidores de Gustavo Petro durante su Alcaldía, para interponer –en un sólo día 800 recursos en contra del fallo emitido por el Ministerio Público, con el que Petro quedó inhabilitado para ocupar cargos públicos por 15 años (Fallo que el año pasado fue negado por el Consejo del Estado y la Corte Constitucional).
Parte de las motivaciones de Cuesta para empaparse de conocimientos jurídicos es que él mismo, mientras era guerrillero, fue víctima de la violencia, en lo que se encuentra tipificado como ‘desaparición forzada’ en el país. Detalles de ese suceso los relató Cuesta en el libro ¿A dónde van los desaparecidos? en el que asegura que el gestor de su secuestro fue el Ejército, es decir, el mismo Estado colombiano. Más concretamente, el oficial insignia de la inteligencia militar: el entonces coronel Iván Ramírez Quintero.
Cuesta respalda sus señalamientos con lo que declaró el 22 de enero de 1991 ante la Procuraduría, el exsubordinado de Ramírez, el sargento Bernardo Garzón Garzón, quien bajo el alias de ‘Lucas’ se infiltró en el M-19., Cuesta pretendía que simpatizantes del grupo insurgente se adhirieran a la base que él comandaba en el suroccidente bogotano.
Lo que aún no se imaginaba era que Lucas, su supuesto compañero de lucha, llegaría un día en un Renault Cuatro a decirle: “Mario, no se mueva o lo mato”. Acorralado, Cuesta no tuvo más remedio que irse con él y allí empezó la historia de su cautiverio; casi quince días de implacables torturas en el Batallón Charry Solano que han sido detalladas en sus escritos. El cautiverio de Cuesta, sin embargo, fue declarado un ‘secuestro simple’, pese a que según la confesión de Bernardo Garzón alias Lucas, la orden de su secuestro había sido dada por Iván Ramírez, quien nunca fue procesado por este caso.
Pudo recobrar su libertad gracias a que la suya fue negociada por la de Álvaro Gómez Hurtado, quien estaba en poder del M-19. Luego, Cuesta ingresó al mundo de la política desde su desmovilización. Desde allí ocupó varios cargos como la dirección del Polo Democrático Alternativo y fungió también como Concejal de Bogotá.
Ahora la gran marcha es hacia la Colombia Humana y José Cuesta lidera en Bogotá esta gesta que será asegurada con su llegada al Congreso en la Cámara de Representantes por Bogotá, Lista De La DECENCIA número 104, con un programa que incluyen entre otros compromisos: 1. Protección a los sistemas ecológicos, reserva Van Der Hammen, paramos y estructura ecológicas de la Sabana., 2. Educación universitaria gratuita para la juventud que cumpla los requisitos y así lo deseen., 3. Transporte multimodal eléctrico, metro subterráneo, tren ligero, cable aéreo., 4. Protección a la población vulnerable y creación de programas de incorporación laboral formal., 5. Apoyo legislativo al plan de gobierno de Gustavo Petro., 6. Control al alza de tarifas a los servicios públicos incluido el Sistema Integrado de Transporte. 7. Recuperar, reposicionar y reactivar todas las políticas públicas para los grupos poblacionales y sectores sociales, potenciando particularmente a la población de personas con discapacidad, sus cuidadoras, cuidadores, agenciando y defendiendo sus derechos, sus intereses, sus valores, sus principios y sus búsquedas sociales.
EN COLOMBIA: UN RÉGIMEN QUE VIOLA LA LIBERTAD DE PRENSA.
ENTORNO TERRITORIO Y MEDIO AMBIENTE GALARDÓN A LA COMUNICACIÓN INCLUYENTE PARA REINALDO TANGARIFE “Tío Marcelino”
ENTORNO TERRITORIO Y MEDIO AMBIENTE
GALARDÓN A LA COMUNICACIÓN INCLUYENTE PARA
REINALDO TANGARIFE “Tío Marcelino”
Por: Margarita Hoyos
Después de muchos años de laboriosa entrega y abnegada lucha por la inclusión de la población de personas con discapacidad en la agenda pública en la VIII Noche de Gala fue exaltada esta tarea adelantada por el periodista Reinaldo Tangarife conocido como “Tío Marcelino”, quien además del Periódico Proclama, ha tenido un exitoso desempeño en Radio Super, Todelar, Sutatenza y más recientemente en la emisora Suba Al aire 88.4 FM., formando parte del equipo Lluvia de Girasoles liderado por Raúl Mora Niño.
Se suma esta galardón entre otras exaltaciones al reconocimiento artista con discapacidad de la Secretaría Cultura Recreación y Deporte Resolución 967 del 27 de noviembre de 2013 y sinceras felicitaciones para este periodista comunitario, quien muy seguramente continuara al frente de la misión comunicativa por el bien de los sectores más vulnerados de nuestra sociedad.
Sinfonías de Vida
SINFONÍAS DE VIDA
Por: Julieth Andrea Vargas Peña, José David Junco
Estudiantes de la Escuela de Artes y Letras Corporación Universitaria
"La música puede salvar a muchas personas, así como me salvó a mi" menciona Fabián Leonardo Peñuela Rey, un músico de más de 20 años de experiencia, que por azares del destino encontró en la música una respuesta a todo lo que no tenía sentido en su vida, ahora se dedica a dirigir el Centro Orquestal de Teusaquillo un lugar en donde jóvenes entre los 5 y 17 años reciben clases musicales de manera gratuita. Ha fundado orquestas en Mosquera, Madrid, Santander, Amazonas y Meta, también trabajó en proyectos sociales como Construyendo Paz y Entre Tejido Social que básicamente buscaban la integración y convivencia entre padres de grupos paramilitares y de las Farc, a través de los conciertos orquestales de sus hijos; por último y más recientemente estuvo en el montaje orquestal del papa en Villavicencio.
A pesar de esto, el camino que recorrió para llegar a ser el gran músico que es hoy en día, estuvo lleno de increíbles anécdotas e inmensos obstáculos. Todo comenzó cuando después de prestar el servicio militar, a sus 19 años, se encontraba viviendo únicamente con su madre, debido a que su padre los abandonó cuando era niño; no tenía ninguna aspiración ni meta definida, el trabajo de docente de su madre apenas podía mantenerlos. Por ello su vida consistía en levantarse temprano y dirigirse al trabajo como constructor, en el que era ayudante del maestro, hasta que un día sufrió un desafortunado accidente, atravesó su pie con un gran clavo que como resultado de su alergia al metal, le produjo una grave herida y además le generó tétano. Por consiguiente debió asistir diariamente al puesto de salud de su municipio en Funza para recibir la curación respectiva. En su recorrido diario descubrió la Casa de la Cultura, un lugar de donde se emitía un agradable sonido que atrajo la atención de Fabián, ese agradable sonido se convirtió en la principal razón de su admiración por la música; fue entonces cuando decidió intentar entrar a la agrupación, sin embargo su edad excedía el límite establecido; aun así esto no lo detuvo, tal fue su insistencia que se le dio la oportunidad con un instrumento que nadie sabía tocar, la flauta, el pequeño instrumento se encontraba en un rincón del salón, él lo tomó junto a un libro de instrucciones y empezó a practicar, Laurencio Organista un niño de 12 años le enseñó a leer partituras. Desde ese momento asistió al Centro Cultural, dedicaba 5 o 6 horas diarias aproximadamente, aprendía lo que le fascinaba e igualmente, como forma de retribución, teniendo en cuenta que era el mayor y poseía una voz de mando, ayudaba a manejar la disciplina de los niños y organizar los diferentes grupos.
Al año ya interpretaba decentemente la flauta y su deseo por conocer más sobre la música lo llevo a presentarse a la Universidad Distrital; aunque no lo admitieron, él ya estaba decidido, eso era lo suyo. Un año y medio después de mucha práctica, cuando ya tenía alrededor de 21 años, volvió a intentarlo y finalmente, gracias al Bolero Patasdilo de Carlos Vieco Ortiz, logró entrar, dentro del grupo de noventa personas de las novecientas que se presentaron, pagando $324.000 semestrales. Desafortunadamente cuando se dirigía a cancelar su primer semestre lo asaltaron. A causa de sus pocas posibilidades económicas, su última opción fue vender su flauta traversa y tomar un saxofón que encontró en la bodega de instrumentos de la universidad (pues lamentablemente no habían flautas y afortunadamente éste tiene digitaciones similares), entrar a una clase y hacer como si ese fuera el instrumento con el que se había presentado en la audición; los profesores no tardaron en notarlo pero él lo negó completamente, por suerte la facilidad que tenía con ese instrumento le dio más credibilidad. A partir de ese momento, todos los días se trasladó desde Funza a la universidad, tomaba sus clases en la mañana y en consecuencia de que su madre no lo apoyaba emocional, ni monetariamente, dedicaba su tiempo libre a trabajar en carpintería, bricolaje y ornamentación, para así poder costear sus gastos y completar lo del semestre.
Siempre, necesitó de mucho esfuerzo y él se reprochaba por eso, notaba que le costaba mucho más que a sus compañeros; a pesar de que se esforzaba no rendía de la misma forma, incluso habían momentos en los que era tal su frustración al llegar a casa, que no podía retener las lágrimas, sin embargo al día siguiente se levantaba enfocado y con el mejor ánimo, hasta que en cuarto semestre después de notar que tan solo quedaban 8 personas en su programa, le comentó a uno de sus profesores la situación y éste le contesto: “se han ido los que se tienen que ir” y él con un tono de sorpresa respondió: “pero maestro se han ido de los mejores”, el docente, de nuevo con un tono tranquilo le dijo: “seguramente tenían otras prioridades, en cambio si usted se fuera me sorprendería, se nota que es constante, se esfuerza por mejorar y eso es de admirar”, esas palabras repercutieron en su cabeza y sirvieron como impulso para el resto de su carrera, su confianza se elevó y pudo llegar al nivel de sus compañeros. Cinco años después se graduó con su tesis “Como crear orquestas infantiles y juveniles dentro del sistema de cultura de los municipios”. De hecho, en ese momento no solo finalizó un propósito en su vida, sino que también, a raíz de los proyectos de sus compañeros pudo descubrir su interés por dirigir, en ese orden de ideas se le ocurrió crear la banda de la Universidad Distrital que guio por mucho tiempo y actualmente es reconocida a nivel Distrital.
Obtuvo su primer trabajo en su municipio enseñando en la banda sinfónica flauta y gramática, simultáneamente participó y ganó un concurso de Batuta para dirigir conjuntos, con el apoyo de éste, fundó la orquesta de Funza, como se señaló, posteriormente creó y manejó las orquestas que se mencionaron inicialmente. En pocas palabras su trabajo siempre se ha enfocado en niños y jóvenes, pues cree que en ellos está el que hacer, no juzgan, no ofenden, son libros abiertos a nuevos conocimientos, escuchan y lo hacen muy bien, de aquí que la música sea la mejor forma de orientarlos hacia el futuro. A sus 40 años, no se arrepiente del camino que tomó y espera llegar a más individuos con el poder transformador de la música porque sin duda ésta le hizo perder el miedo, le permitió trabajar en sí mismo, en su tranquilidad mental, lo convirtió en su mayor proyecto.